Remedios alimentarios para la retención de líquidos
¿Quién no ha sufrido alguna vez un problema de retención de líquidos? Por un motivo o por otro, ya sea de forma ocasional o un problema permanente, la retención de líquidos es un trastorno a la orden del día.
No sólo con infusiones podemos tratar este mal, sino que en nuestro día a día podemos consumir ciertos alimentos que nos ayudarán a solucionar la temida retención de líquidos.
Quizá no hayáis caído en el ingrediente diurético más obvio: El principal diurético natural es el agua. Es la mejor fuente de eliminación de toxinas y motor de trabajo de nuestros riñones. Así que el primer paso para solventar la retención de líquidos es beber, mínimo, de litro y medio a dos litros de agua al día.
Por lo demás, hay determinadas frutas y verduras que tienen un increíble poder diurético, además de otras benefactoras propiedades.
Las verduras más diuréticas
- El pepino es un diurético natural desconocido, muy eficiente en la eliminación del ácido úrico.
- Aunque es sobradamente conocida por el aporte de vitaminas y por sus beneficios para la vista, las propiedades de eliminación de líquidos de la zanahoria suelen pasar desapercibidas ¡y son muchas!
- La alcachofa es una gran aliada, también, para el cuidado del hígado. Supone, además, un gran aporte de hierro.
- Los espárragos son muy adecuados para eliminar toxinas, constituyendo además una buena fuente de fibra.
Solucionar la retención de líquidos con fruta
- La piña es imprescindible si tenemos un problema de retención de líquidos. Además, tiene propiedades laxantes.
- En el sentido contrario no encontramos a la pera. En este caso se trata de una fruta astringente, que también supone un apoyo muy importante para la liberación de líquidos. Además, es muy eficaz en los tratamientos digestivos.
- Siempre se dice que la sandía es prácticamente agua con sabor. Precisamente eso la convierte en otra de las frutas más diuréticas que existen.
- Los arándanos son un muy buen aliado para la retención de líquidos, porque tiene la propiedad de que, en su función diurética, no arrastra el potasio.