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preparar el hogar para la llegada del bebé

Cómo preparar un hogar para la llegada de un bebé

La llegada de un bebé lleva implícita una mezcla de alegría, nervios y ciertos miedos. Sin embargo, hay por delante unas 40 semanas aproximadamente para hacerse a la idea de los cambios que van a aparecer en nuestras vidas. Una de las actividades más habituales es adecuar y preparar el hogar para el bebé. Su amplitud de campo puede desconcertarnos un poco, ¿por dónde empezar? Sin embargo, con organización, no será una actividad tan terrorífica.

 

Es importante no dejar para el último momento esta tarea. Hay que ser conscientes de que, como mucho, tendremos por delante 40 semanas (seguramente alguna menos, debido a las que habremos perdido mientras no hemos sido conscientes de nuestro estado de buena esperanza). Sin embargo, se recomienda tenerlo todo listo en el 7º mes, pues para entonces las molestias ya nos impedirán realizar algunas actividades que algunas semanas atrás habríamos podido realizar sin problema.

Pasos fundamentales para preparar el hogar para el bebé

Una de las primeras tareas es preparar el cuarto del bebé. Sin bien es habitual que, durante sus primeros meses de vida, comparta nuestra habitación, también lo es que apenas dispondremos de tiempo para nada. Y mucho menos para montar una habitación. Así que no debemos limitarnos a meter su ropita en el armario, también todo lo necesario para sus primeros meses de vida. Pintar y decorar su habitación, además, nos hará la espera más amena.

Además, es buen momento para revisar los cierres y las ventanas de nuestro hogar. Detectar corrientes de aire no deseadas y evitar así amplias oscilaciones de temperatura protegerán la salud del bebé, sobre todo durante la noche, cuando estará más tiempo sin atención activa.

También deberemos de realizar una limpieza a fondo de todo el hogar. Será buen momento de librarnos de objetos y muebles que no usemos, pues sólo acumularán polvo y quitarán un espacio valiosísimo para el futuro nuevo miembro de la familia. Con un bebé, la premisa minimalista es ganadora: menos es más. Y es que, cuanto menos objetos y muebles haya que acumulen polvo, más tiempo para nuestra familia y para nosotros.

Y algo muy importante: si hay hermanitos, debemos hacerles partícipes. Dejaremos que nos ayuden a elegir el color del cuarto del bebé, o que opinen en la elección de su ropita. Su nuevo papel de hermanos mayores será fundamental. Y lo mejor es que así lo sientan para que no sientan la llegada del bebé como una amenaza.

Saludos, Sandra

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