Cómo lavar edredones de forma correcta
Es probable que ya hayáis cambiado la ropa de cama, y si no, que estéis a punto de hacerlo. Independientemente de que ya haga calor para dormir tapados con el edredón nórdico, esta es la época perfecta para lavarlo. Y es que las buenas temperaturas facilitan el secado en profundidad que merece este accesorio.
Hay muchas personas que temen este momento, por lo que directamente llevan el edredón a una tintorería. Sin embargo, en la mayoría de los casos basta con prestar atención al programa de lavado. Hoy os explico cómo lavar edredones en casa fácilmente.
Paso a paso para lavar edredones en casa
En primer lugar, debemos comprobar la etiqueta de lavado de nuestro edredón para asegurarnos de que admite el lavado a máquina. Y es que hay contados casos en los que el fabricante sólo recomienda lavados en seco. En esta situación, no nos quedará más remedio que llevarlo a la tintorería.
Sin embargo, si la etiqueta nos posibilita el lavado a máquina ¡estamos de enhorabuena!. Antes de lanzarnos hacia la lavadora, recordemos revisar bien nuestro edredón en busca de posibles desgarros, rotos o descosidos que puedan provocar un desastre inesperado durante el proceso de lavado.
Por último, prestaremos atención a la capacidad del tambor de nuestra lavadora. ¿Cabe el edredón sin necesidad de apelmazarlo o pelear para cerrar la puerta? Si nuestra respuesta es “sí”, ¡adelante!
Cómo lavar nórdicos sintéticos.
Siempre usando un detergente suave, aplicaremos un ciclo corto con bajas revoluciones.
Cómo lavar edredones de plumas.
Introduciremos el edredón en la lavadora y, junto a él, tres pelotas de tenis. Lo mejor es que cada pelota esté metida en un calcetín para evitar que el edredón se estropee con el roce contra la superficie áspera de las bolas. Las pelotas rebotarán durante el lavado contra las paredes del tambor, agitando el edredón y evitando que las plumas se apelmacen. El programa a utilizar será para prendas delicadas y siempre con agua fría.
En cualquier caso secaremos al aire libre, aunque evitando la exposición directa y prolongada al sol. Por último, lo ideal es guardarlo hasta el próximo invierno en una bolsa de plástico hermética. De este modo se mantendrá en perfectas condiciones, libre de polvo e insectos, hasta que volvamos a necesitarlo.
Saludos, Sandra