fbpx

Cuida tu ropa

Hacer ameno el cambio de armario

Suben las temperaturas y empieza a sobrarnos la manga larga. Se acerca esa tarea que todo el mundo teme: el cambio de armario. Sin embargo, os adelanto que puede llegar a ser muy agradable. Eso sí, dura un par de horas en el caso de la ropa de verano y algo más si es la de invierno.

Lo primero que hay que hacer es ir con predisposición positiva, así se hace más ameno. Una buena aliada, como para casi todo, es la música. Así, suelo seleccionar para esta tarea mi música preferida. Un pequeño truco es que la música que escojamos sea de ritmo ligero porque, de este modo y sin darnos cuenta, acompasaremos nuestros movimientos al ritmo y nos moveremos más rápido. ¿Sabíais que este truquete se aplica en grandes centros comerciales cuando hay mucha gente para favorecer que terminen pronto sus compras y puedan aliviar el aforo?

Lo segundo, donar aquellas prendas que están en buen estado pero que no nos vamos a poner más. Hay gente que las podría necesitar y dar mejor uso. Para comprobar si nos ponemos o no una prenda, os traigo otro truco. Al hacer el cambio de armario colocaremos las prendas «perchadas» con el garfio de la percha en una dirección. Una vez que nos hayamos puesto esa prenda y la volvamos a guardar, lo haremos colocando la percha con el garfio apuntando en la dirección contraria. Así, al final de temporada, podremos ver qué prendas no nos hemos puesto en estos meses, las que aún mantengan el gancho de la percha en la dirección inicial.

Lo tercero, lavar toda la ropa antes de guardarla, todo debe estar bien limpio para conservarse mejor. Posteriormente, lo guardaremos por tipo de ropa: jerseys, pantalones, pijamas… mucho mejor tener todas las categorías juntas para que, si tenemos que rescatar alguna prenda antes de hacer el nuevo cambio de armario, podamos localizarla rápidamente.

En cuanto a zapatos, es importante dejarlos bien limpios, cuidando las hormas para que no se estropeen en tantos meses guardados.

Por último, os recomiendo que siempre le pongáis antipolillas, nunca se sabe dónde puede andar una suelta, y que utilicemos cajas de plástico mejor que de cartón.

Sandra

 

Comentarios

Comentarios

Menú