Cómo elegir una buena sandía y melón
La fruta de verano es deliciosa, pero si hay dos frutas que son especialmente características de esta época son la sandía y el melón. Hoy quiero aclararos algunos trucos para sabes cómo elegir una buena sandía y melón.
Y es que pocos pueden negarse a probar una buena tajada de sandía o de melón. En el postre, de merienda, a media mañana… siempre sientan bien y siempre apetecen. Bueno, salvo cuando nos equivocamos al elegirla, claro… porque una sandía pasada o un melón verde dejan bastante que desear. Sin embargo, con estos trucos no tendréis este problema.
Cómo elegir una buena sandía y melón:
Para elegir una buena sandía, tened en cuenta varios factores:
- Primero, mirad la sandía: tiene que entraros por la vista, aunque esté sin abrir y no veáis más que corteza. Pero, atentos a esa corteza: ¿presenta golpes? ¿tiene grietas? En tal caso no la escojáis.
- Las sandías suelen tener una mancha en su corteza, de mayor o menor tamaño. No os alarméis por ella, suele corresponder a la zona que ha estado en contacto con la tierra. Sin embargo, cuidad de que su color sea amarillo, no blanco ni verde. Con una sandía con corteza tersa, sin grietas, golpes ni fisuras y una mancha amarilla, vamos bien encaminados a por nuestra sandía perfecta.
- Golpead suavemente la sandía y escuchad: si suena a hueco, seguid con esa pieza, ¡tiene buena pinta!
Para elegir un buen melón,
- Igual que en el caso anterior, mirad su superficie y aseguraos que no presenta ningún desperfecto o apariencia sospechosa. En la variedad piel de sapo, la más habitual en nuestro país, no escojáis melones con corteza de tonos muy pronunciados, deben tener una ligera tendencia hacia el color amarillo.
- Presionad los extremos del melón: si uno de ellos se hunde ligeramente y el otro se abomba, es buena señal.
- Una vez abierto, para conservarlos frescos más días, cortadle los extremos y retiradle las pepitas.
Saludos, Sandra
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